El ejercicio facial ha sido clave para combatir la piel floja y caída. Al trabajar los músculos faciales, no solo mejoras el tono y la firmeza, sino que también reactivas la circulación, dándole más vitalidad a tu piel. He notado cómo, al incorporar estos ejercicios a mi rutina diaria, mi rostro se ve más levantado y definido, sin necesidad de tratamientos invasivos. Unos minutos al día marcan la diferencia.