Mover tus mejillas de un lado a otro activa los músculos flácidos de la parte media e inferior del rostro. Al practicar este ejercicio, notarás cómo los músculos faciales se cansan ligeramente, señal de que están trabajando para reducir la flacidez y suavizar las líneas nasolabiales, las arrugas en la frente y las arrugas entre paréntesis. Poco a poco, estas líneas y la flacidez comienzan a desaparecer, dejando un rostro más firme y rejuvenecido.