Cuanto más profundas sean tus ojeras, más sentirás el efecto de este ejercicio. Coloca tus manos en el marco inferior de los ojos y mira hacia arriba con fuerza, sin levantar las cejas. Esto activa los músculos inferiores y ayuda a rellenar y mejorar las ojeras. Con práctica constante, verás cómo las ojeras se reducen y tus ojos lucen más descansados.